Estoy cansado de pensar sedeño
y presumir de lo que acaso tuve
de ni ablandar, ni moldear el ceño
por regresar de donde nunca estuve
¡Cuanto que quise ser hoy lo desdeño!
Estoy cansado del humano empeño
de aligerar el paso de la nube
y asimilar el camino risueño
cuando en la realidad lo desanduve
¡Ya no seré jamás ni amo, ni dueño!
Así me fui negando el desempeño
con lo poco de mí que no retuve
si me e quedado con lo más pequeño,
si me dejé llevar o me entretuve
soy para los demás quizás un sueño.