Pase niña querida de manera
que lentamente el corazón se inflame
y a tu imagen en mi amor no muera
aunque halla mucho tiempo que te amé.
Lento, lento de modo niña mía
que cada sol me traiga una mirada
y más te quiera yo con cada día
y guarde tanta aurora acumulada.
Que henchido acabó el corazón de flores
y repleta de luz el alma bella
hay al fin una aurora, toda amores,
y una vivida lumbre, toda estrella.
Así mi niña cura de manera
que va mirando, lo mirado muera,
tu sombra amante, eterna, fugitiva
en la sombra en que esfuerza que yo viva.
Yo busco, yo percibo, yo reboso
fuerza de amor que de mi forma vierto
muestra mi cuerpo sin reposo,
vertido ya el amor, es cuerpo muerto.