Nunca se ha visto nada igual
ni tan hermoso
eran tal para cual
maravillosos.
Nunca se he visto nada igual
ni tan dispuesto
un romance a imitar,
todo un prospecto.
Ella perfecta para él
recién cortada y sin abrir
un ángel tierno por prender
su fantasía.
Él la esperaba merecer
conmocionar y convertir
en la pareja que ha saber
se convenían.
Nunca se ha visto nada igual
ni tan honesto
un amor de soñar,
todo un suceso.
Nunca se ha visto nada así
¡que matrimonio!
designado a servir
de patrimonio.
Ella evitaba padecer
por no dudar, por no mentir,
se daba entera por tener
lo que quería.
Él se encantaba con ceder,
con disculpar, con admitir,
lo daba todo por creer
lo que creía.
Nunca se ha visto nada igual
después de un tiempo
tendieron a faltar
los desacuerdos.
Nunca se ha visto nada así
tan aburrido
se dejaron ganar
por el hastío.
Ella no hallaba a qué temer,
que perdonar, ni que exigir,
por que implorar, ni comprender
si comprendía.
Él no atinaba a convencer,
ni que evitar, ni en que insistir,
ni se esforzaba en entender
porque entendía...
Nunca se ha visto nada así
tan apagado
de tanto coincidir
se marchitaron.