VI (Amadeüs)
Abre bien tus ojos, ahora mírame,
he llegado hasta aquí por mi propio pié.
Guárdate la sonrisa que esbozándose
te ensucia más la piel.
Me basta saber que sin buscar me ves
y envidias la luz que no te deja ver...
Por luchar he aprendido ya
que se hacen heridas al andar
mas se que hallarán remedio en el tiempo.
Y aunque más he de andar
no pierdo la voluntad.
Prendidas de falsedad
se queman tus ramas rotas.
Ya no turbas mi búsqueda
te arranqué tan lejos de mí.
Abre bien tus ojos, ahora mírame.
Oídos sordos a aquél que no quiera entender.
Coronado el esclavo por la estupidez
no logra comprender
que más triste es perder
y no quererlo ver...
Y envidia la luz que nubla su poder.
Por luchar he aprendido ya
que se hacen heridas al andar
mas se que hallarán remedio en el tiempo.
Y aunque más he de andar
no pierdo la voluntad.
Prendidas de falsedad
se queman tus ramas rotas.
Ya no turbas mi búsqueda
te arranqué tan lejos de mí.
Forjar y caminar
solo un poco más
volcando mis miedos al mar
por llegar.
Por luchar he aprendido ya
que se hacen heridas al andar
mas se que hallarán remedio en el tiempo.
Y aunque más he de andar
no pierdo la voluntad.
Prendidas de falsedad
se queman tus ramas rotas.
Ya no turbas mi búsqueda
te arranqué tan lejos de mí.