Dónde estarán los zapatos aquellos
Que tuve y anduve con ellos
Dónde estarán mi cuchillo y mi honda
El muchacho que fui que responda
El candombe del olvido
Tal vez si yo le pido un recuerdo
Me devuelva lo perdido
El candombe del olvido
Tal vez si yo le pido un recuerdo
Me devuelva lo perdido
Ya no recuerdo el jardín de la casa
Ya nadie me espera en la plaza
Suaves candombes, silencios y nombres
De otros; se cambian los rostros
El candombe del olvido
Corazón dividido en candombes
No recuerda haber nacido
El candombe del olvido
Tal vez si yo le pido un recuerdo
Me devuelva lo perdido
Quién me dará nuevamente mi voz inocente
Mi cara con lentes
Cómo podré recoger las palabras habladas
Sus almas heladas
El candombe del recuerdo
Le pone un ritmo lerdo al destino
Y lo convierte en un camino
El candombe del olvido
Tal vez si yo le pido un recuerdo
Me devuelva lo perdido
Qué duros tiempos, el ángel ha muerto
Los barcos dejaron el puerto
Tiempo de amar, de dudar, de pensar y luchar
De vivir sin pasado
Pero el candombe no olvida
Y renace en cada herida
De palo del tambor, con alma y vida
El candombe del olvido
Tal vez si yo le pido un recuerdo
Me devuelva lo perdido
Tiempo raudal, una luz cenital
Cae a plomo en la fiesta de Momo
Tiempo torrente que fluye;
Por Isla de Flores llegan los tambores
Fuego verde, llamarada
De tus roncos tambores
Del Sur, techos de seda bordada
Fuego verde, llamarada
De tus roncos tambores
Del Sur, techos de seda bordada
Rueda y rueda al infinito
El candombe no es un grito
Se canta y no se baila, lailaraila...
Que se baila y no se canta
El candombe es una planta que crece
Y hasta el cielo se estremece
Sólo canta porque puede
Y olvida lo que quiere
La copla no lo mata ni lo hiere
Flor azul en una lata
Relámpago de plata
La vida no lo hiere ni lo mata
Vuelve a amar y no se cansa
La vida no le alcanza
La muerte es una ingenua adivinanza
Fuego verde, llamarada
De tus roncos tambores del Sur
Techos de seda bordada
Lalalailala, lailaraila ...