Hoy que llegas a casa, no te espero
porque estoy más allá del pensamiento;
estoy donde no llegan tus palabras,
donde sólo el amor tiene su encuentro.
Hoy me llegas a casa, como siempre,
pero más que ese siempre, hora tras hora
regresas transitando por mi mente
desbordando su prisa y mi demora.
Hoy te duermes en casa y la ventana
que da al sur de tu alma, sigue abierta.
Tus deseos otean la distancia
y tus sueños golpean en mi puerta.
He querido volver tan de repente,
que me he echado a volar en vuelo inverso
y ya ves corazón, estoy presente...
he llegado volando en estos versos.