Es un hombre pequeño
De pequeñas ideas
De efímeros empeños
Y de corta pelea,
Tacaño en la mensura
De medir cada cosa
Ajeno a la textura
Y al color de una rosa.
Es un hombre pequeño
Ligero de ambiciones
Con sombras en el ceño
Experto en frustraciones.
Erudito en insidias
En excusas y celos,
Un rehén de la envidia
De los quiero y no puedo.
Es un hombre pequeño
De una pequeña vida
Que ha dejado sus sueños
Bogar a la deriva.
Se conforma con poco
No se juega por nada
Porque de todos modos
Él recibe su paga.
Si es por él no ambiciona
Ser bien considerado
Una buena persona
Un tipo festejado.
Es un indiferente
De abulia vitalicia
Deshauciado paciente
De una eterna presbicia.
Es un hombre pequeño
Carne de ventanilla
Un perfecto diseño
De la santa rutina.
Es un ser resignado
A cumplir un horario
A ser siempre mandado
Como buen funcionario.
Es un hombre pequeño
Vocal de sindicato
De anodinos ensueños,
Un vulgar pelagatos,
De ejemplar tolerancia
Obediente y discreto,
Para él la ignorancia
Nunca tuvo secretos.
Es un hombre pequeño
De falaz mansedumbre
Celador sempiterno
De las buenas costumbres.
Un gorrión de alas rotas
Al que tienen censado
Porque saben que vota
Como le han indicado.
Arquetipo de vida
Diminuto de ingenio,
Se acobarda enseguida
Es un hombre pequeño.
Incapaz de una gesta
De ser héroe o villano
Sólo lleva en la testa
Ser un buen ciudadano.