No te juntes con ellos, que se ensucian la boca
Con el grito del fútbol y la gran palabrota.
No te juntes con ellos, que se lavan las manos
En el cielo chiquito que reflejan los charcos.
No te juntes con ellos, porque pueden romperte
Sus envidias ocultas tus valiosos juguetes.
No te juntes con ellos, porque son unos vagos
Que no van a la escuela, que no tienen trabajo.
Excelente consejo que ha escuchado mi infancia,
Por no haberlo seguido, capture la esperanza,
Me junté con los niños que me estaban prohibidos
Y aprendí que si es alto… no peligra tu nido.
No te juntes con ellos, que no tienen dinero
Y aprovechan el tuyo para hinchar el carguero.
No te juntes con ellos, vagabundos y artistas
Con morales dudosas de filosas aristas.
No te juntes con ellos, porque son peligrosos,
Porque están en la mina del fusil de los oídos.
No te juntes con ellos, porque no han entendido
Que un canario de jaula canta igual… y tranquilo.
Excelente consejo que he escuchado de grande
Por no haberlo seguido, desperté mis verdades,
Me junté con prohibidos, con tachados y ocultos,
Y aprendí que ser limpio… no es igual que ser pulcro.
No te juntes con ellos, excelente consejo
Que hoy repito a mi modo: no te juntes con ellos.
No te juntes con ellos, cuando huelen a orgullo
Cuando pagan con miedo su alimento seguro.
No te juntes con ellos, cuando el brillo es el oro
Y las huecas palabras se repiten a coro.
No te juntes con ellos, cuando tienen trabajos
Que les miden la altura del ombligo hacia abajo.
No te juntes con ellos, porque fueron los mismos
Que me dieron consejos y de haberlos seguido
No tendría tristeza, ni dolor, ni fatiga,
Ni un amor, ni un amigo, ni un recuerdo… ni nada.