Se dejó llevar,
él, se dejó llevar.
Tal vez por su manera
tan intensa de amar
o acaso por su forma
tan distinta de dar,
su entrega fue una entrega
simple y total.
Por todas esas cosas
se dejó llevar.
Se dejó llevar,
él, se dejó llevar.
Primero fue sospecha
después fue realidad
y luego aquel impulso
que no pudo evitar...
Sus manos apretaron
hasta el final...
Cegado por los celos
se dejó llevar.
Se dejó llevar,
él se deja llevar.
Sus ojos extraviados
contemplan sin mirar
aquellos muros blancos
y el blanco delantal
iguales que su mente...
blanco total...
En esa nebulosa
se deja llevar.