Si yo pudiera perdonarte algo un pedazo tal vez del sentimiento lo agónico y fatal en que cabalgo el sibilino hedor del sufrimiento. Dormir mejor en medio de la helada con este sueño esquivo que sostengo si yo pudiera descifrar la nada en que me detengo. Si en el redil de la mujer amada se despejara todo el argumento el cómo y el por qué de la cruzada contra mi piel privada de sustento. Si yo pudiera en un azul ocaso volver la vista arriba, al firmamento ya sé, la vida es corta y escaso su filamento. Si yo pudiera huir del desengaño si tuviera una seña o un pretexto si fuera quizás sí, menor el daño y otro el contexto. Si yo pudiera asir el enredado castillo de dolor en que alimento la duda y sensación que me ha dejado tu imagen, tu color, tu fundamento. Si yo alcanzara a reinvertir el llanto la quejosa ansiedad que te mantengo si yo pudiera perdonarte tanto y perdón no tengo, perdón no tengo.