Hubo una vez un país de miel con tejados color bermellón donde yo era reina y él era el rey en un reino de cuentos de amor. Mi mágico castillo en el aire brillaba transparente bajo el sol. Hubo luego aquella tormenta cruel y el castillo del aire cayó; a la luz de un rayo se abrió a mis pies el abismo de su corazón. Entonces pude verlo tal cual era y lo que descubrí me destrozó Mi rey era un monstruo de piedra con el corazón de piedra. Pagó por mi amor con piedras, rompió mi ilusión con piedras. Yo fui una vez esa ingenua fiel que este cuento creyó realidad y pagué tan caro mi estupidez que no quiero atreverme a soñar. No quiero más castillos en el aire ni reyes que lastiman sin piedad. Mi rey era un monstruo de piedra con el corazón de piedra. Su amor siempre fue mentira, castillos que hoy son ruinas.