Viene viajando Jasper por los asombros, Estrenando la vida silencio y ruido, Un corazón flamante entre los hombros Y unos ojos que apenas se han encendido. Jasper es un niño recién llegado, Consecuencia de un acto de amor profundo, Dos es**mas astrales han conspirado Para darle la vida y traerle al mundo. Te doy la bienvenida desde el futuro, Jasper, Yo soy lo que tú eres, ya transcurrido; Te diré un par de cosas sobre este mundo Porque seguro llegas desprevenido. No es un lecho de rosas ni es un infierno, sabes, Digamos un compendio de diferencias; Puedes alzar la voz de un mejor intento O vivir en silencio tu propia ausencia. Has de saber que hay cosas incomprensibles, Jasper; Sin libertad la vida no vale nada; Se combaten por ella los imposibles Para vivirla luego condicionada. ¿Es absurdo, verdad, Jasper?, contradictorio; Es como si a la luz que nos ilumina Quisiéramos cambiarle su sol de oro Por la luz mortecina de una bombilla. Emanan en el nombre de la justicia Los valores más amplios, más eminentes; Lo tribal, sin embargo, es lo que propicia La condena al que quiere ser diferente. Deberían las leyes ser desarmadas, Dictadas con respeto hacia el individuo, Sin que asome la sombra de una venganza, Mirando a las estrellas, no a los residuos. No importa de quien sean esos trigales Que verás a la vera de los caminos, Jasper; Lo importante es que todos se vuelvan panes, Aunque sea en la mesa de tu enemigo. Es la astucia escalera hacia las alturas, Y hasta puedes con ella llegar al cielo, Más, si al vértigo temes, mejor no subas, Y súmate al rebaño de los consuelos. Para hallar la verdad no tengas prisa, No hace falta apurarse porque es eterna, Mas si por un improntus fuera precisa, Puedes darle el sentido que te convenga. Es voluble y variable, verdad, como la vida, Cada quien la interpreta a su manera, Se la defiende a ultranza, después se olvida, Hasta que se convierte en una quimera. Un día, estoy seguro, será ese día Que converjan en ti todos los ""ismos"", Y al tener que elegir, ya en la porfía, Ojalá que te alcance con ser tú mismo. Y otro día cualquiera, sin darte cuenta, Quedarás prisionero de una mirada, Sentirás como el mundo se te da vuelta, Y que tienes el alma desorientada. No cedas al agobio, Jasper, ábrela entera, Que se airee en el aire de los amores, Que florezca en su seno la primavera Para que sus aromas sean los mejores. En fin, querido Jasper, cualquier esquina Es buena para comernos una manzana, Mientras siga la vida dando propinas, Es igual si lo hacemos hoy o mañana.