"Más amigo del vino que del agua; Miserable de pobre, el pobre Yaco. No era obrero del yunque y de la fragua, Era peón, que costaba más barato. Aseguran los viejos que la guerra Le robó la mitad de la cordura; Yugoslavia quizás fuera su tierra, Pienso yo, por su acento y su figura. Yaco, el herrero, Yaco, Yaco, el herrero. Sin vecinos, ni amigos, ni parientes, Se trajo la trinchera a su destierro. Personaje de la acera de enfrente Que ni siquiera cruzó para su entierro. Vagabundo a la fuerza, su camino Se detuvo en mi tierra, grande y rica, Que como él no encuentra su destino Y de tan grande se va haciendo chica. Yaco, el herrero, Yaco, Yaco, el herrero. Fue mal negocio su vida, Como lo fue su partida Para el sepulturero, Que se quedó sin propina. Yaco, el herrero, Yaco, Yaco, el herrero. Quiero sacar su expediente, Para tenerlo presente Al ordenar los recuerdos De mi pueblo y de mi gente. ¡Pobre infeliz! No pretenden mis versos Pedir cuentas a Dios Sobre su suerte. Solamente que sea mi recuerdo El ausente responso Por su muerte."