Tu corazón es un violín que está afinado en Fe mayor, latiendo en Fe mayor, vibrando en Fe mayor donde compones la canción más elevada de tu voz, el Cosmos de tu voz... entero. Por la solapa de tu ingenio bailotea un Arlequín, un mágico Arlequín que ejerce de Arlequín en la tarea diccionaria de crecer de exigir un tiempo de vivir sin ""peros"". Camilo colmena, sin duda ninguna. Camilo que ""cela"" la luz de la luna. Distancia y encuentro, sendero y vereda. Camilo por dentro.... Camilo por fuera.... Del mar y en el aire, velero, bandera. Camilo de nadie, ni tuyo siquiera. Con gaita y guitarra, ""pandeiro"" y cencerro nos vamos de farra..., ¡qué ladren los perros!. En la trastienda de tus ojos, es decir, la libertad de amar y desamar, lo menos o lo más le das abrigo a los fantasmas que te quieren habitar el alma y su arrabal... tu todo. Perdóname la insensatez de andar nombrándote en plural, me niego a renunciar a ser un charlatán que anda ""pisando la dudosa luz del día"" y al pasar, le da por regalar apodos. Camilo leyenda, molino, farola. ¡Qué bueno que vengan y vayan las olas! De tanta bohemia te has hecho andariego y es cosa muy seria andar de Gallego. Camilo lujuria, por cierto, si vieras las nalgas de Julia son dos primaveras. De ayer y hasta siempre te llevo conmigo, conmigo presente, Camilo...mi amigo.